Las 166 obras en su honor que el Museo Metropolitano de Arte, ubicado en la Quinta de Manhattan, expone hasta el verano, la convierten en una de exhibiciones más impactantes en este momento en la ciudad.
La multitud de personas que asistió el último fin de semana de febrero a la inauguración de la exposición “The Harlem Renaissance and Transatlantic Modernism” en el Museo Metropolitano de Arte (Met) coincidía en una opinión: el evento había superado sus expectativas con creces.
“The Harlem Renaissance and Transatlantic Modernism” la componen, en su mayoría, pinturas, con retratos y autorretratos que muestran con belleza y elegancia al pintor o su musa, como aquel del poeta Langston Hughes por Winold Reiss; o de familias multigeneracionales que narran con expresividad y cariño la historia afroamericana.
El movimiento artístico y literario de artistas negros, que en su día se conoció como New Negro Movement, y que hoy llamamos Harlem Renaissance (el Renacimiento de Harlem, en español) surgió en la década de 1920 en Nueva York. Las 166 obras en su honor que el Museo Metropolitano de Arte, ubicado en la Quinta de Manhattan, expone hasta el verano, la convierten en una de exhibiciones más impactantes en este momento en la ciudad.
Muchos de los intelectuales que contribuyeron al movimiento habían escapado del sur segregado y violento posterior al fin de la guerra civil estadounidense, y se mudaron al norte, en lo que se conoce como la Gran Migración. Los recién llegados hicieron de Harlem, en Nueva York, un vecindario de modernismo, libertad e intelectualidad que transformaría el arte para siempre y redefiniría la identidad afroamericana.
La exposición del Met estará disponible hasta el 28 de julio, cuando muchas de sus obras regresen a las universidades negras y centros que las conservan. Si bien las menciones al Renacimiento de Harlem no son extrañas en Nueva York, el Met ha pasado de la mera mención a reunir un repertorio voluminoso que impacta.
En un momento en el que las instituciones culturales de las grandes ciudades se plantean cómo renovarse para parecerse más a aquellos que las visitan, el Met repite el acierto. El año pasado, la misma institución innovó con una exhibición dedicada a las obras de Juan de Pareja, el pintor negro esclavizado por el artista español Diego Velázquez.